lunes, 12 de octubre de 2009

Pausa.

De vuelta a este blog. Aunque en ningun momento me he sentido lejos de él, ni he pensado en que lo tenga abandonado. Simplemente ha sido una pausa, una toma de impulso. Una limpieza de mi coco para que siga diciendo cosas.

"Aprendí a escuchar la noche, no pienso enterrar mis dolores para que duelan menos, voy a sacarlos de dentro, cerca del mar, para que se los lleve el viento, para que se los lleve el viento, para que se los lleve el viento..."
No+Llorá. Bebe

¿A quien le toca dar el primer paso, a quien le toca dar el primer impulso al primer beso?. La cosa va de primeras veces, de desvirgarnos la vergüenza, de comernos a besos para poder recordar dentro de un tiempo como me mordiste el labio la primera vez que enroscamos nuestra lengua.

Pero si nadie da el paso, si los dos sentimos miedo, ¿donde van las oportunidades que se mueren?. Porque imagino que por cada oportunidad que perdemos, nace otra un instante después. Pero tiene que haber un cementerio lleno de oportunidades. Yo debo de tener un panteón de oportunidades perdidas por vergonzoso, por tímido, por no ser valiente. Debe haber una foto muy grande con mi cara donde pone: perdió mil oportunidades deseando que la siguiente fuese la de verdad. Y cada día que me acuesto en mi cama nueva pienso: quizás mañana sea el día, quizás mañana deje de tener 14 años mentales y le eche de una vez por todas cojones a la vida.

De esta forma, aprenderé a enfrentarme, y lo que es más importante, a perder. Porque al fin y al cabo, mi miedo, mi mitad de miedo en todo esto no es más que miedo a perder, a sentir que dar el paso ha sido para nada. Pero todos tenemos que aprender a perder. Nos quedan muchisimas más cosas que perder que cosas que ganar. Es imposible ganar siempre en esta vida. Y no dar el paso por miedo a perder, es mandar a tu lápida una oportunidad de ganar.

Quizás mañana sea el día, quizás.

4 comentarios: