jueves, 3 de septiembre de 2009

Esencia.

Café descafeinado, té desteinado, coca cola sin cafeína, leche desnatada...

El ser humano se encarga día a día de desnaturalizar las cosas, de robarle la esencia a todas las cosas, de las más complejas a las más simples. Somos inconformistas por naturaleza. Nos gustan todas las cosas, pero amoldadas a nuestros gustos. Nos gusta todo pero en realidad no nos gusta nada, solo queremos modificarlo, intervenirlo, descomponerlo.

Nos ilusionamos enseguida con cualquier cosa que nos resulte nueva. No hay nada nos encante más que abrir un regalo, que visitar un restaurante nuevo, que conocer a alguien nuevo... Todo lo que sea ajeno a nuestra cotidianidad nos chifla. Y pronto, en cuanto tenemos un mínimo conocimiento al respecto, nos encargamos de dejarlo tirado en cualquier rincón de nuestros cerebro y sustituirlo por algo nuevo. Novedad tras novedad. Nunca nos cansamos. Queremos más y más. Somos insaciables. El ser humano es insaciable a la novedad.

1 comentario: